A lo largo de su existencia, la Corporación ha recibido ya 779 solicitudes de incentivación con un presupuesto conjunto superior a los 715 millones de euros. Los sectores TIC y de Energía y Medio Ambiente suponen casi la mitad del total de propuestas recibidas, con un 23,6% y un 25,6%, respectivamente.

De todas estas solicitudes recibidas, CTA ha aprobado a lo largo de estos primeros nueve años un total de 524 proyectos, a los que ha incentivado con 134,06 millones de euros de inversión privada. El 22,7% de las iniciativas incentivadas se desarrollan en cooperación de dos o más empresas, un aspecto especialmente valorado y promovido por la Corporación por su carácter estratégico para las pymes, en la medida en que la colaboración, tanto entre empresas con intereses tecnológicos similares como entre empresas de sectores complementarios, favorece la especialización y la competitividad.

En cuanto al reparto por sectores, Energía y Medio Ambiente sigue liderando la clasificación, con un 26% del total, seguido por el sector TIC, con un 23%, y el Aeroespacial y Procesos Productivos, con un 20%. A continuación, se sitúan el sector Agroalimentario y el Biotecnológico, ambos con un 11%, seguidos por Edificación y Obra Civil, con un 6%, y Ocio y Turismo, con el 3% restante.

En cuanto a la tipología de proyectos,el 36% de los incentivados son de desarrollo tecnológico, el 26% de innovación tecnológica, otro 26% de investigación industrial y el 12% restante son estudios de viabilidad, que tienen una gran relevancia como instrumento movilizador de proyectos estratégicos de cooperación que pueden optar no sólo a las ayudas de la Corporación, sino de otras convocatorias nacionales o europeas.

Ya son 306 grupos de investigación diferentes incluidos en el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) los que han participado, a través de más de 780 contratos, en proyectos empresariales financiados por CTA. Su participación ha supuesto más de 76 millones de euros, lo que supone que la subcontratación media de grupos de investigación se sitúa en el 22% del presupuesto incentivable de los proyectos, muy por encima del mínimo exigido inicialmente, lo que demuestra que para las empresas resulta provechosa la colaboración con el mundo científico y la aumentan voluntariamente.